Dormida y exausta luego de una noche desenfrenada de sexo con su amante,  tu esposa siente tan poco respeto por ti que ni siquiera se tomo la molestia de darce un baño y vestirse para cuando llegaras. Ella sabe que no tienes el valor de hacer nada, y prueba de ello es que besas su tracero y olfateas su miembro como todo un looser. Ella sabe que no tienes el valor de dejarla y te engaña ya con total descaro.